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La industria de los juegos sigue creciendo y, por sí sola, ya gana más que las industrias del cine y la música juntas . El resultado de esto, obviamente, es un cambio en los hábitos y la percepción de consumo de la población. Hace unos años, si tu producto o servicio cumplía la función que proponía, eso era suficiente para fidelizar a tus consumidores. Hoy necesitamos entretener.
Pero la industria de los juegos no se trata sólo de entretenimiento. El proceso de gamificación, por ejemplo, ha ido ocupando cada vez más espacio en los productos tecnológicos e incluso dentro de los procesos internos de las grandes empresas. Otra herramienta que se ha visto potenciada por la gamificación son los métodos de enseñanza, que han tenido una tasa de adherencia hasta un 60% mayor que los medios tradicionales. Pero al fin y al cabo ¿qué es la gamificación?
En realidad, los juegos son estructuras bastante complejas. Además de las narrativas dignas de Hollywood vinculadas a los juegos contemporáneos, los fundamentos de un juego también incluyen herramientas como jugabilidad, animación, capacidad de respuesta, equilibrio, dificultad progresiva, sistemas de castigo y recompensa, entre otras.
La gamificación es el acto de extraer estos elementos que típicamente componen los videojuegos (y hacerlos divertidos) y aplicarlos a actividades cotidianas como, por ejemplo, estudiar un nuevo idioma.
La principal diferencia entre los juegos y el proceso de gamificación es que los juegos existen con el único propósito de entretener, mientras que la gamificación busca generar más motivación e involucramiento en tareas no recreativas u ofrecer una nueva metodología de aprendizaje.
Hacer que la enseñanza sea más atractiva y divertida ya es una realidad en muchos lugares del mundo, incluso en la educación superior en las facultades de medicina de China, y la razón es clara: la gamificación funciona.
Los estudios demuestran que la gamificación aumenta el rendimiento de los estudiantes hasta en un 89,45% y el 67% de los estudiantes dice que la gamificación aumentó su interés en las clases.
El uso de la gamificación en educación ofrece numerosas ventajas tanto en el proceso de enseñanza como en el de aprendizaje. Especialmente cuando se trata de superar la falta de interés de los estudiantes. Algunos de los puntos que podemos destacar son: mayor interacción social y mayor tasa de participación; clases más dinámicas; desarrollo de la creatividad, la autonomía y la colaboración; promover el diálogo y la discusión de ideas; mayor absorción y retención del contenido; fomentar el protagonismo y el posicionamiento de liderazgo en la resolución de problemas; mejora de resultados y desempeño; desarrollo de habilidades socioemocionales.
Implementar la gamificación en el proceso de enseñanza y formación de los empleados puede que no sea una tarea sencilla, pero tiene solución. Busque empresas especializadas en el tema.
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