No importa en qué etapa de su carrera se encuentre, de alguna manera debe desempeñar un papel de liderazgo. Por esta razón, nunca es demasiado tarde ni demasiado temprano para pensar en cómo desarrollar algunas cualidades de un buen líder.
El liderazgo suele describirse como un conjunto de habilidades esenciales para dirigir a un grupo de personas. Motivados por ayudar a los líderes o propietarios de empresas a mejorar sus habilidades de liderazgo, hemos reunido 8 consejos para ayudarte.
¿Alguna vez has tenido en algún momento de tu carrera un jefe que te pidió que hicieras algo que él ni siquiera hizo, a pesar de que era muy importante para la empresa? Este tipo de liderazgo es perjudicial, conocido como “haz lo que digo”. Es impuesto y unilateral, generando falta de confianza y no ganándose el respeto del equipo. Un buen líder es aquel que predica con el ejemplo. Realiza tareas de la manera que espera que otras personas las hagan. Al llevar a cabo lo que dices generas un ambiente de alto respeto por tu trabajo y forma de actuar.
Cuando algo sale mal, tendemos a intentar encontrar el origen del problema o a quién culpar por él. Este tipo de actitud es contraria a la percepción de los buenos líderes. Están orientados a objetivos, por lo que cualquier problema durante la jornada laboral es algo que hay que superar de inmediato y luego podemos volver a encaminarnos hacia objetivos comunes. Al crear un plan de acción, piensan en cómo proteger ese plan contra la pérdida de tiempo buscando fallas.
Un buen líder no señala con el dedo a otros empleados cuando algo no sale según lo planeado. Asume la responsabilidad de las acciones del equipo y sus consecuencias. De esta forma se gana la confianza de su equipo para que, en el futuro, puedan consultarle ante cualquier problema.
Cada logro de equipo es un logro de equipo. Los buenos líderes no se llevan toda la gloria. Reconoce el importante papel del equipo en su éxito. Un buen líder es tan eficiente como el equipo que lo sigue. Al fin y al cabo, nadie quiere ser dirigido por un líder egoísta.
Por el título del consejo, se podría pensar que el líder busca entre la multitud los mejores talentos. Pero es todo lo contrario, encuentra las mejores cualidades en las personas. Es a través de constantes capacitaciones e incentivos que construye un equipo sólido y competente. Entiende las fortalezas y debilidades de cada miembro del equipo y, en base a ello, actúa de manera diferente con cada uno según sea necesario. Un buen líder ayuda a otros miembros a reconocer estas cualidades entre sí.
Estos consejos no son lineales. Quizás tengas que volver a leer el artículo y reflexionar sobre cada punto. El trabajo de convertirse en un buen líder es una tarea que dura toda la vida y no un taller de fin de semana.