Educación 3.0 o escuela 3.0 es el nombre que recibe el nuevo enfoque educativo. Un modelo de enseñanza que comprende las limitaciones de aprendizaje de los alumnos y busca en la tecnología alternativas para satisfacer las necesidades de distintos perfiles de personas.
A diferencia de la educación 1.0 o 2.0, la educación 3.0 entiende la importancia de incluir al alumno en el proceso de aprendizaje. Con el uso de las nuevas tecnologías, pueden ser coautores de este proceso y aprender a su propio ritmo.
Sin embargo, para contextualizarlo, es necesario comprender los modelos del pasado y cuáles eran sus principales dificultades pedagógicas.
El modelo de enseñanza que conocemos hoy, aunque todavía no es el ideal, ha evolucionado históricamente. ¿Te has preguntado alguna vez cómo aprendían nuestros antepasados?
Pues bien, la educación 1.0 fue el primer modelo de educación creado por la humanidad. En él, solo una pequeña parte de la sociedad tenía acceso a la educación, en este caso, la flor y nata de la sociedad.
La enseñanza se impartía de la siguiente manera: un solo alumno, o como máximo dos, por cada profesor.
Este método era y es extremadamente eficaz. Sin embargo, no era muy accesible. Este formato no era capaz de servir a las masas ni de universalizar la educación.
En aquella época, la población menos favorecida económicamente sólo aprendía el trabajo manual, que era transmitido por sus padres y familiares.
Por fin, a finales del siglo XVII, puede decirse que un "nuevo mundo" está tomando forma. Con la Revolución Industrial, nuestra sociedad, que durante años había dependido exclusivamente del trabajo manual, empezó a ver la necesidad de formar a las personas para trabajar en las fábricas.
Había nacido la Educación 2.0. Un modelo de enseñanza creado precisamente para eso: universalizar la educación. Un estándar de enseñanza que se aplicaría a miles de personas.
El formato, aunque completo e integrador, no satisfacía las necesidades de todos los alumnos. Con una norma única, las particularidades y dificultades de cada alumno quedaban en un segundo plano.
Un solo profesor en el aula enseñando a docenas de alumnos hacía imposible personalizar el aprendizaje. La carga tanto para el profesor como para los alumnos es evidente.
Ambos escenarios son un reflejo de nuestra sociedad actual. Brasil, en particular, sigue padeciendo un número muy elevado de analfabetos.
Según datos del IBGE publicados por O Globo en junio de este año, el número de analfabetos en nuestro país, a pesar de haber disminuido, sigue siendo de 11,3 millones.
Estos datos son de gran relevancia porque, al analizar el gráfico anterior, se observa que la mayor tasa de analfabetismo proviene de la población de 60 años y más. Es decir, restos de modelos educativos pasados y de la desigualdad que generaban.
Una cosa es cierta: con la evolución tecnológica y la posibilidad de universalizar la educación de forma personalizada, los modelos de enseñanza tuvieron que adaptarse. A mediados de 2007 surgió lo que hoy conocemos como Educación 3.0.
El concepto, ya extendido en países como Estados Unidos, es descrito por el experto en Educación 3.0 Jim G. Lengel como un entorno de trabajo colaborativo en el que las personas desarrollan juntas soluciones a sus problemas. Esto se hace mediante la interacción social y el uso de herramientas digitales.
Según el experto, hay 6 preceptos básicos que diferencian la Educación 3.0 de la Educación 2.0: estimulación, colaboración, herramientas, dinámica, metodología y autonomía. Echa un vistazo a la explicación de cada aspecto a continuación:
La Educación 3.0 busca desarrollar las capacidades de cada alumno de forma participativa y dinámica. El profesor deja de ser el único protagonista de la enseñanza y comienza a enseñar con una sólida base de apoyo.
Paulo Freire, en 1997, ya imaginaba cómo las transformaciones podrían impactar en nuestro modelo tradicional de enseñanza: "Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan unos a otros, mediados por el mundo".
Esta frase traduce el concepto de educación 3.0. Un modelo de enseñanza colaborativa, la educación en una calle de doble sentido, literalmente.
Al principio, esta nueva metodología de enseñanza puede suponer un reto para los profesores que crecieron profesionalmente en una era predigital. Las innumerables herramientas de investigación, los recursos de interacción y la transmisión de contenidos no parecen encajar en el modelo de enseñanza tradicional.
Sin embargo, cuando se analizan todas las ventajas de este formato, actualizarse y adaptarse se convierte en un proceso natural.
Es importante destacar que el profesor desempeña un papel fundamental en esta metodología y debe actuar como mediador, indicando los mejores caminos y contenidos. El modelo colaborativo no resta autoridad al profesor en el aula, sino que abre nuevas vías de enseñanza.
Además, los profesionales tienen que adaptarse a este nuevo mercado laboral. Tienen que estar al día de las tendencias y comprender el mundo digital en constante cambio.
Los profesionales que han transformado generaciones, ¡ahora también serán transformados!
La Educación 3.0 cumple magistralmente el propósito de la educación en su esencia: enseñar. Internet y la globalización han sido grandes aliados del conocimiento en los últimos años. Ahora nos toca a nosotros aprovechar al máximo todo lo que este universo puede ofrecernos.
Sus principales ventajas son:
La Educación 3.0 ofrece un universo de nuevas posibilidades pedagógicas y su difusión no ha hecho más que empezar. Hay enormes posibilidades sin explotar y otras que pueden optimizarse.
La tecnología ha transformado todos los sectores de la economía. El mercado educativo, en particular, ha experimentado grandes cambios en los últimos años, y la revolución digital ha aportado innumerables beneficios a este sector.
La escuela 3.0 es una de ellas. Internet y su tecnología son los principales proveedores de contenidos para la nueva generación. Es un escenario que tiende a expandirse cada vez más.
En definitiva, este modelo de enseñanza ha llegado para quedarse. Tanto es así que el propio MEC ya tiene resoluciones y normas sobre el currículo exigido.
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